Somos conscientes de lo difícil que es el idioma de las artes gráficas, por eso vamos a hacer algunos apuntes y aclaraciones respecto al gramaje del papel y sus números ya que muchas veces nos inducen a error.

No sería correcto hablar de grosor del papel ya que técnicamente se mide en gramos x metro cuadrado, pero seguramente lo entiendan igual. La diferencia está en que dos papeles con el mismo gramaje puede tener diferentes grosores. El papel de folio habitual es de 80 gramos y si lo medimos con un micrómetro es bastante más grueso que un papel satinado de 80 gramos. Ésta es la principal confusión, los papeles satinados y los papeles no satinados tienen el tacto diferente y también pesan diferente. Otro ejemplo: las tarjetas personales en papel satinado o mate; por ejemplo unas tarjetas de papel no satinado pueden ser perfectamente válidas en 300 gramos pero si van en papel brillo, lo mejor es poner un 350, porque el resultado en 300 gr. es considerablemente más fino, aunque pesen lo mismo.

Entonces, ¿como se puede decidir por un gramaje sin tocar el papel? Aquí les dejamos algunos tips.

No satinados 60-115 gramos: interiores de libros, interiores de revistas con muchas páginas, desplegables, planos, hojas de carta con membrete.

No satinados 135-200 gramos: flyers, dípticos, trípticos, folletos o revistas de pocas páginas, incluso los 200 gr sirven para las portadas de un brochure.

No satinados mayores de 200 gramos: dependiendo de cada tipo o marca de papel podemos hacer muchas cosas, desde tarjetas de visita, portadas de libros y revistas, alguna pieza de packaging, carpetas contenedoras de documentosy más.

Satinados de 70 a 150 gramos: flyers, dípticos, trípticos, desplegables, planos, interiores de folletos, revistas y libros.

Satinados de 170 a 250 gramos: flyers, dípticos, trípticos, interiores de folletos, revistas, libros y catálogos con pocas páginas.

Satinados superiores a 250 gramos: portadas de revistas, libros, catálogos, objetos desplegables con mucha consistencia.

Con esta pequeña guía podremos elegir un gramaje u otro de la mayor parte de trabajos que vayamos a realizar, pero no es una ciencia exacta y hay que tener en cuenta el trabajo particular antes de decidir, y siempre tener en cuenta que ahorrar en el gramaje no siempre es útil. Por ejemplo, a veces queremos utilizar un gramaje más fino porque pensamos que hay un gran ahorro pero esto solo sucede en el caso de grandes tiradas o muchas páginas de libros o revistas, donde los kilos de papel si son importantes en el presupuesto final.